jueves, 26 de febrero de 2015

El traje goyesco de Salvador Cortés

No se me ocurre mejor adorno para una ventana que un capote… Los geranios quedan muy bien y dan mucho color, pero a veces se mustian y requieren muchos cuidados, sin embargo pones un capote en la barandilla del bacón y el solito se encarga de darle solemnidad a la fachada del edificio. No necesita ni que lo riegues, ni que lo cambies de macetero...

Y así, con capotes en la ventana se encuentra decorado el Palacio de Benamejí, en Écija, que este próximo fin de semana celebra su corrida goyesca, y como si de la alfombra roja de los Oscar se tratara, y como es costumbre en casi todas las corridas goyescas, uno de los secretos mejor guardados son los trajes que vestirán los matadores, en este caso Salvador Cortés como único espada. 


Y hombre, secreto lo que se dice secreto, sigue siendo, pero alguna cosa ya sabemos… La diseñadora Sofía Rivera, para más detalle, esposa del matador ha sido la encargada de realizar el traje, vamos, que todo queda en casa. o dicho de otra manera... ¡qué cantidad de arte en una misma casa!.
Alta costura y tauromaquia vuelven a demostrar que son artes complemetarias, y no es la primera vez que lo hacen, quizá la más mediática de todas ellas fue la de Cayetano Rivera vestido de Armani en Ronda, pero también Christian Lacroix, Montesinos, Lorenzo Caprile o  Victorio & Luccino se han rendido en otros momentos a la inspriación de la tauromaquia.



Sofía nos da algunos detalles del traje:  será un traje muy especial, confeccionado en mi propio taller, con un patrón hecho a medida para él y un bordado que saldrá de las manos de mi adorado primo Jesús Carmona Rivera, artífice del bordado de mi traje de novia y de muchas prendas que firmo, así como uno de los grandes exponentes de los bordados de arte sacro sevillanos.

En cuanto a la inspiración del traje, es evidente que tenía que ser Goya y su obra dedicada a la tauromaquia. He llevado esa visión goyesca a mi terreno y le he aportado mi esencia andaluza. Además, el costumbrismo del siglo XVIII queda latente en este diseño, que para mí destacará por su elegancia, solera y un sabor andaluz que transmite alegría.

Aqui un anticipo del traje que sabe a poco y nos deja con la miel en los labios, pero señores, es lo que hay, tendremos que esperar a la alfombra roja al paseillo para ver la obra de arte.

1 comentario:

  1. ¡Pero qué preciosidad!
    Sí que es verdad que nos deja con la miel en los labios... Me pasaré por aquí de nuevo para ver la crónica que, seguro, no defraudará.
    Los capotes en el balcón del palacio me han fascinado.
    Un beso,

    Manuela.

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