Una de las cosas que marcan la
diferencia entre los buenos aficionados a los toros y todos los demás, es que los primeros
nunca olvidan el pañuelo blanco cuando van a los toros. Así que si vas a pisar
la plaza, no te lo olvides en casa. Estaría muy bien completar el kit taurino
con una almohadilla y unos prismáticos, pero para empezar, nos conformaremos
con el pañuelo.
Pero los pañuelos no son solo
cosa del público, los pañuelos son la señal que el Presidente utiliza para
indicar todo cuando acontece, o debe
acontecer en la plaza, y lo hace a través de pañuelos de diferentes colores.
El pañuelo blanco es el más
utilizado de todos, ya que sí o si debe utilizarse varias veces a lo largo de
la lidia. Sirve para dar comienzo al festejo, dar la salida de los
toros, indicar los cambios de tercio, dar avisos… y una vez terminada la faena, también sirve para
otorgar los trofeos al torero.
El pañuelo verde es utilizado por
el presidente para indicar que el toro debe devolverse a los corrales. Esto
puede suceder por diferentes motivos. A veces el público lo pide si el toro
demuestra un nivel de bravura muy escaso, otras veces el toro puede sufrir
algún accidente durante la lidia, hacerse daño en una extremidad, astillarse un
cuerno…
El pañuelo rojo es menos
utilizado de todos. Se utiliza para indicar que deben ponerse al toro un par de
banderillas negras. Esto tiene un simbolismo negativo, algo así como un castigo
al toro que quien lo sufre de verdad es la ganadería. Ocurre si el toro no reúne las características
necesarias para la lidia porque tiene unas hechuras o una actitud desleal a la
fiesta que puede llegar a considerarse bochornosa. Cuando esto ocurre, la gran
perdedora es la ganadería…
El pañuelo azul es el que concede
el triunfo al toro, una vuelta al ruedo en homenaje a su trapío, bravura…
El pañuelo naranja es el gran
triunfo de los toros, el que concede al toro el indulto, algo que normalmente
va unido a una gran faena por parte del torero.
Cuando un toro recibe el indulto, el torero recibe a su vez los máximos
trofeos, las dos orejas y el rabo. El toro es devuelto a los corrales y el
ganadero tiene la opción de utilizarlo como semental el resto de su vida, todo
un triunfo para la ganadería.
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